Pensabas que la creatividad no era lo tuyo, pero de repente se te ocurre una idea y no sabes por donde empezar. Si estás interesado en saber como es un buen inventor…
¡Sigue nuestros consejos!
- Identifica un problema o necesidad:
La mayoría de las inventos surgen al identificar problemas o necesidades reales. Observa tu entorno y busca oportunidades para solucionar problemas o mejorar soluciones ya existentes.
- Investiga a fondo: Antes de empezar a trabajar en una invención, investiga a fondo para asegurarte de que no existan soluciones similares ya patentadas. También investiga el mercado y la demanda potencial que podría tener tu invención.
- Prototipo y pruebas: Crea prototipos de tu invento para probar su funcionalidad y eficacia. Realiza las pruebas y los ajustes necesarios para perfeccionar tu idea. Este punto dependerá también de la tipología de producto que se te haya ocurrido, y de tus posibilidades económicas.
- Protege tu propiedad intelectual: Si tu invención es única y valiosa, considera registrar una patente o un modelo de utilidad para proteger tus derechos. Es especialmente importante si quieres sacarle un rendimiento económico a tu invento. El organismo donde se registran las innovaciones en España es la Oficina Española de Patentes y Marcas.
- Desarrolla un plan de negocio: Necesitarás una estrategia a seguir. Si vas a ser tú el que cree y venda el producto, necesitarás describir cómo planeas llevar tu invención al mercado. Esto incluye estrategias de marketing, costes, necesidades financieras y un plan de comercialización.
- Colaboración: No tengas miedo de buscar colaboraciones. Trabajar con otros inventores, emprendedores o expertos en la industria puede aportarte conocimientos valiosos y recursos adicionales.
- Persistencia: La creación de una invención puede ser un proceso largo y desafiante. Asume que tendrás que enfrentar obstáculos y fracasos en el camino, pero sigue trabajando y confiando en tu visión.
- Red de contactos: Construye una red de contactos en la industria relacionada con tu invención. Conectar con personas que puedan proporcionar asesoramiento, recursos o apoyo financiero puede ser esencial. La opinión objetiva sobre tu producto y el conocimiento del mercado al que te diriges, es sin duda el mayor valor añadido que puedes encontrar.
- Financiación: Si vas a encargarte tú de todo, busca fuentes de financiamiento, como inversores, subvenciones, préstamos o crowdfunding, para ayudarte a llevar tu invención al mercado.
- Cumplimiento legal y normativo: Asegúrate de cumplir con todas las leyes y regulaciones aplicables de la industria a la que vas a dirigirte. Es especialmente importante en áreas como la salud, la tecnología y la seguridad.
- Comercialización y promoción: Una vez que tu invención esté lista, trabaja en estrategias efectivas de comercialización y promoción para llegar a tus clientes potenciales. Si tú no lo vas a fabricar y vender, ponte en contacto con empresas que tengan la capacidad de comercialización que tú no tienes, para ver si les interesa llegar a algún acuerdo.
Recuerda que el camino de un inventor puede ser desafiante, pero también puede ser muy gratificante. La innovación y la creatividad son motores importantes del progreso, y tus ideas pueden tener un impacto muy positivo en el mundo si las persigues con determinación.