Con tan solo 12 años, Felipe Lage Álvarez ya se ha ganado el título de inventor después de crear la “corona anticorona”, un producto patentado en la Oficina Española de patentes y marcas el pasado 13 de Abril, y recientemente publicado.

Como todo buen inventor, aprovechó una necesidad en la sociedad, para crear su primera invención. La historia comenzó cuando, ante la primera amenaza de alarma por la COVID-19, su padre le planteó que para seguir asistiendo al Instituto, lo tendría que hacer con un collar de luces UV para evitar poner en riesgo su vida y su núcleo familiar. Felipe, preocupado por su imagen ante sus padres, decidió que el principio era bueno, pero se planteó como aplicarlo a un dispositivo que fuera efectivo y que no le ridiculizase ante los demás compañeros.


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

El niño que dedicó el estado de alarma a inventar un producto que ayudara a salvar vidas

Después del planteamiento inicial de varias propuestas, entre las que se encontraban una gorra deportiva, el gobierno decidió anular las clases, debido al alto número de contagios, y sobre todo, de fallecidos por el COVID. Las alarmantes cifras, consiguieron que Felipe olvidara la importancia de quedar en ridículo, y centrara toda su energía en inventar un producto que ayudara a salvar vidas, y que sobretodo fuese efectivo y funcional.

Para poder lograr sus objetivos, dejó de lado otros entretenimientos, para dedicar sus horas a investigar en fuentes de información fiables. La información publicada por el Ministerio de Sanidad, la OMS, y algunos ensayos científicos, fueron sus principales lecturas durante todo el estado el alarma causado por el COVID. Poco a poco, y una vez había entendido como funcionaba el virus, empezó a buscar los filtros, el tipo de luz y demás componentes, que conseguirían que la efectividad de su invento fuese un éxito.

Así fue como nació la Corona de Felipe, que él ha llamado “La corona Anticorona”, un dispositivo en forma de corona cuyos componentes cierran todas las puertas al contacto con los patógenos externos. Cuenta con un Dispositivo PIR (Detección de presencia humana), que se activa al encontrarse una persona a menos de dos metros distancia, creando una cortina de ozono. También incluye un sensor infrarrojo de proximidad, que mediante pitido, vibración, o ambos, evita el acto reflejo de tocarnos la cara.Además de la función disuasoria, es también útil para la desinfección de manos mediante la corriente de aire con ozono catalizado por la luminaria UV, en caso de no tener accesibilidad a un lavado de manos con agua y jabón. Para la recarga de baterías, dispone de una entrada de micro USB, lo que lo convierte en un dispositivo semiautónomo. Por último, el documento de patente incluye también un módulo de apoyo, que puede ser una mochila o similar, donde mediante una fuente de alimentación externa, se puede esterilizar tanto la corona como otros accesorios que hayamos utilizado durante nuestra estancia fuera de casa.

 

Actualmente, Felipe está trabajando en la creación de un segundo prototipo más funcional. Su objetivo, es encontrar gracias a la agencia de representación Inventos Eureka (www.inventoseureka.es), una empresa que quiera apoyar su producto y lanzarlo al mercado.

 
Puedes ver más información de su invento haciendo click AQUÍ
O escuchar la entrevista que le han hecho en LAS TARDES DE LA COPE haciendo click AQUI

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