Si quiero presentar mi invento a las empresas, es imprescindible disponer de un prototipo?
Estos fueron los resultados entre todos los encuestados:
– El 57% votó que sí
– El 7% votó que no, que solo es necesario tener el invento patentado
– El 36% votó que dependía de cual fuese el invento
El poder de la visualización
Disponer de un prototipo de nuestro invento siempre va a aportar un valor añadido en el momento de su presentación. Por supuesto, poder acompañar la presentación de la parte teórica con un elemento tangible siempre va a resultar visualmente más atractivo para las empresas. Ahora bien…
Es imprescindible disponer de un prototipo?
En muchas ocasiones nos contactan personas inventoras que si bien disponen de su producto ya patentado, no saben si deben o no, asumir todo el esfuerzo económico que supone desarrollar un prototipo. La respuesta dependerá de varios factores:
1. Tipología de producto: Si el invento es de fácil comprensión para un experto en la materia, no es necesario disponer de un prototipo. No es necesario enseñar a un zapatero a hacer zapatos. O explicarle a un profesional como hacer un Chupa-Chups. En cambio, si la tipología de producto que hemos creado requiere de un prototipo para demostrar que funciona, a veces no nos quedará otro remedio. Sería el caso de productos, por ejemplo, relacionados con el sector de la energía, la automoción..
2. Protección del producto: El primer año de vida de una patente o de un modelo de utilidad es el más importante. La ley nos permite disponer desde la fecha de registro, de un año de prioridad internacional. Debemos meditar muy bien a qué dedicaremos ese tiempo. Vamos a invertir gran parte de ese tiempo para desarrollar el prototipo? De ser así, nos compensa hacer toda esa inversión antes incluso de saber si nuestro producto puede resultar de interés para las empresas?
3. Capacidad de inversión: Por mucho que tengamos claros los puntos 1 y 2, la decisión siempre va a depender de la confianza que tengamos en nuestro proyecto, y de la capacidad económica de la que dispongamos para invertir en él.
Hay que tener en cuenta que un prototipo solo es un modelo de lo que podría llegar a ser el producto final. Es decir, estás invirtiendo en mejorar la presentación de tu idea, pero esa mejora puede que diste mucho del resultado final que acabe creando la empresa interesada en tu patente o modelo de utilidad. Las empresas tienen sus propios departamentos de diseño y desarrollo de producto, su imagen y prioridades de marca, por lo que en contadas ocasiones requieren de la ayuda de un tercero para lograr desarrollar un producto.
No preferirías gastarte el dinero en tu prototipo, ya sabiendo que una empresa puede estar interesada en tu invento?
Desde Inventos Eureka estamos especializados en la gestión comercial de productos innovadores. Si tienes alguna duda a la hora de plantear la estrategia que vas a seguir con tu invento, no dudes en contactar con nosotros e intentaremos ayudarte en aquello que necesites.
Al presentar argumentos científicos de una novedad fuera de lo habitual, los (supuestos) expertos ilustres decían claramente “No puede ser, es imposible”. Al enseñar a los mismos modelo funcionando cambiaron a “Que simple”.
En ocasiones puede que no quede más remedio!