En la actualidad está muy extendido el uso de poleas, para conducir y sustentar cordones que incluyen cambios de dirección. Uno de sus usos más habituales consiste en la sustentación de cordones para tender ropa, especialmente en aquellos tenderos situados en ventanas que buscan aprovechar mejor los espacios.

Con el tiempo y el peso de la ropa, es habitual que la configuración de estos tendederos ocasionen el aflojamiento de los cordones. Van cediendo de forma que la cuerda pierde tensión hasta terminar saliéndose el cordón de la polea.

¿Qué problema nos encontramos?

En los casos donde las poleas de sustentación se disponen en fachadas enfrentadas, este descarrilamiento del cordón implica una gran incomodidad para los usuarios. Incluso en algunas ocasiones pueden llegar a precisar de trabajos de altura para recomponer el tendedero, especialmente en fachadas donde la polea no es accesible con facilidad, con los consiguientes riesgos y costes.

 

Una solución económica y sencilla

La polea con protección que presentamos está compuesta por un eje de sustentación, donde se encuentra insertada y sustentada giratoriamente la polea propiamente dicha. Por la garganta de la polea discurre un cordón errado, por ejemplo para tender ropa entre dos poleas opuestas.

 

 

La composición es la siguiente:

 

 

Otra de las ventajas adicionales de usar la caperuza, es que para su correcto funcionamiento no es necesario usar una polea tradicional, pudiéndose utilizar en su lugar un cilindro o rueda. Se incorporaría dentro de la caperuza compartiendo el mismo eje, al igual que la polea. De esa forma, dado que es más fácil fabricar una rueda cilíndrica que no una polea con su hendidura, conseguimos también abaratar la fabricación del conjunto.

 

 

Para más información info@redeureka.es