Procedimiento de semáforo RGB en la que prescindimos de tres ópticas led para, con una única óptica, marcar las 3 fases de manera segura e intuitiva.
Una de las ventajas de la invención es que soluciona de una manera eficaz los problemas derivados de la percepción, en una sola óptica, de las tres fases semafóricas por parte de personas con deficiencias en la percepción de colores (como los daltónicos). Cabe reseñar en este punto que, alguna anomalía en la percepción de los colores, como el daltonismo, está presente según coinciden los estudios en alrededor de un 8% de hombres y en un 2% de mujeres. Según datos del Eurostat, en Europa la población ronda los 500 millones de personas y el porcentaje de población en edad de conducir, el 79%. Esto quiere decir que de 395 millones de personas en Europa en edad de conducir, hay 31,6 millones de varones y 7,9 millones de mujeres con problemas de daltonismo. Esto es casi un país daltónico del tamaño de España dentro de Europa en edad de conducir, lo que da conciencia de la importancia de tener en cuenta a este colectivo.
Otras soluciones RGB anteriores optaron por dividir la pantalla en dos o más partes para permitir esta diferenciación, lo cual es una solución poco óptima, ya que infrautiliza parte del panel led.
Y, por otro lado, otras soluciones optaron por realizar la distinción con pictogramas fijos, lo cual conlleva un doble problema: posibilidad de dificultad de percepción del símbolo para usuarios de la vía con carencias de visión (por ejemplo miopía) y necesidad de aprendizaje anterior para la correcta asignación del símbolo al mensaje que se desea lanzar.
En esta ocasión, la solución plantea la ayuda del movimiento para permitir esta distinción. Puede ser que la figura direccional sea una flecha o cualquier otra cosa pero tiene que tener una dirección principal. Por tanto, optimizamos el uso de todo el panel para transmitir la información, consiguiendo que en todo momento estén la misma cantidad de ledes encendidos, de manera que no cambia en ningún momento la visibilidad del semáforo; evitamos tener que aprender símbolos con anterioridad, ya que la diferencia entre dinámico y estático se entiende de manera intuitiva; y evitamos tener que distinguir si el símbolo es una flecha o una barra vertical ya que no será el símbolo sino su movimiento, o ausencia del mismo, quienes nos proporcionarán la información.
Además, la solución permite señalizar la posibilidad, o prohibición, de paso en tres direcciones distintas: de frente, a la derecha o a la izquierda. Todo ello utilizando el mismo panel pero cambiando fácilmente la orientación del este panel sobre el poste de sujeción, utilizando la percepción de la dirección del movimiento creada por los ledes y sin necesidad de utilizar máscaras con flechas.
Como colofón, se fusionan componentes necesarios, reduciendo los tipos de semáforos; se abarata la fabricación, previendo un ahorro de ensamblajes y disminución de componentes; se aumenta el número de ledes de iguales características que han de ser adquiridos, repercutiendo en mejores condiciones de negociación de los precios de adquisición de este componente principal; y se prevé una mayor facilidad y economía en su montaje, mantenimiento, transporte y almacenamiento con la simplificación de referencias.